La epistemología es una disciplina, hasta antes de Piaget solamente filosófica, pero después de él, también científica, interesada en el estudio del conocimiento, particularmente la naturaleza, generación y validación del conocimiento. Esta palabra se compone de las raíces griegas ἐπιστήμη (epistêmē), que significa conocimiento y λόγος (lógos), que puede interpretarse como estudio, tratado.
Algunas de las preguntas de mayor relevancia para la epistemología son: ¿Qué es el conocimiento? ¿Cómo se produce u origina el conocimiento? ¿Qué significa conocer algo? ¿Cuáles son las fuentes de validez del conocimiento? La pregunta ¿Qué es el conocimiento?, no tiene respuesta única, sino que se han establecido diversas teorías al respecto, dentro de las más relevantes podemos mencionar a: (i) el empirismo, (ii) el innatismo o apriorismo, y (iii) el constructivismo.
Desde mi perspectiva, toda teoría, ya sea filosófica o científica, tiene como componentes fundamentales a: (i) un conjunto de objetos, y (ii) un conjunto de relaciones entre dichos objetos. Así, toda teoría epistemológica tiene tres objetos básicos: (1) la cosa que se desea conocer, a la cual se denomina objeto del conocimiento; (ii) la persona que busca o desea conocer, o sujeto del conocimiento (a veces también denominado sujeto cognoscente) y, (iii) el conocimiento mismo. Es importante aclarar que una teoría epistemológica puede incluir o integrar otros objetos, adicionales a los ya mencionados. En este contexto, como todas las teorías epistemológicas tienen, esencialmente, el mismo conjunto de objetos, lo que las distingue son las relaciones que establecen entre tales objetos.
Para el empirismo el conocimiento se encuentra en el objeto, y el sujeto conoce simplemente acercándose al objeto; así, el sujeto es esencialmente pasivo en la relación sujeto-objeto. El conocimiento tiene, entonces, su origen en el dato perceptual suministrado por el objeto, por lo que puede considerarse como un modelo-copia del objeto (Moreno, 2002).
En el caso del apriorismo o innatismo se considera que el conocimiento está en el sujeto, en la forma de esquemas mentales (que no son otra cosa que acciones organizadas para un cierto fin) desde el nacimiento (en analogía al software que viene precargado en una computadora), y que se conoce algo, cuando se adjuntan estos esquemas a los objetos del conocimiento. En este caso, el sujeto está provisto de estructura endógenas las cuales impone a los objetos. Todo el peso de la interacción lo lleva el sujeto quien, mediante estructuras cognitivas constituidas de antemano, captura al objeto para producir conocimiento (Moreno, 2002).
Es importante mencionar que, para las dos teorías anteriores, quien conoce es un sujeto adulto, en pleno dominio de sus facultades intelectuales, mientras que el objeto del conocimiento, es un objeto inmodificable (Moreno, 2002)..
Finalmente, el constructivismo considera que el conocimiento no está ni en el objeto, ni en el sujeto, sino que es producto de las interacciones entre el sujeto y el objeto del conocimiento, mediante las cuales cada uno influye sobre el otro, y se transforman como resultado de la interacción (Moreno, 2002). En esta teoría, las estructuras intelectuales (esquemas) permiten asimilar el objeto, y al mismo tiempo el objeto influye en el sujeto obligándolo a modificar sus estructuras cognitivas. Lo que se construye no son los objetos, sino la forma de organizar las interacciones con el mundo exterior. Así que, para el constructivismo conocer es organizar los datos sensorias que el sujeto percibe de la «realidad», dar un sentido a tales datos sensoriales.
En términos gráficos, las relaciones establecidas, o conjeturadas, por cada una de las teorías epistemológicas podrían visualizarse como se muestra en la Figura 1 (donde la letra O, representa al objeto del conocimiento; la letra S, representa al sujeto del conocimiento y, la letra C, al conocimiento):

Nota: última actualización realizada el 24 de septiembre de 2021.
Bibliografía
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